Con esta exposición queremos reforzar el hecho de que la cultura y la educación, tan valiosas y necesarias para la convivencia, no olviden los agravios que también han causado a lo largo de la historia, provocando exclusiones tan injustas como injustificadas en la vida de las mujeres y en el reconocimiento de su rol social.
Conocer nuestro pasado nos ayudará a saber más del presente y a construir un mejor futuro para todas las personas: más libre, inclusivo, justo y equitativo. Una tarea a la que todas las educaciones deben contribuir decisivamente.